03/04/2019
Benjamin Rojas Yauri
1 Pedro 2:1-4

Experimentando la benignidad del Señor

"Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa" (RV60)
"Ἀποθέμενοι οὖν πᾶσαν κακίαν καὶ πάντα δόλον καὶ ὑποκρίσεις καὶ φθόνους καὶ πάσας καταλαλιάς ὡς ἀρτιγέννητα βρέφη τὸ λογικὸν ἄδολον γάλα ἐπιποθήσατε, ἵνα ἐν αὐτῷ αὐξηθῆτε εἰς σωτηρίαν, εἰ ἐγεύσασθε ὅτι χρηστὸς ὁ κύριος. πρὸς ὃν προσερχόμενοι λίθον ζῶντα ὑπὸ ἀνθρώπων μὲν ἀποδεδοκιμασμένον, παρὰ δὲ θεῷ ἐκλεκτὸν ἔντιμον" (NA28)

Una traducción personal del texto bajo estudio puede ser, además ésta aclara el uso de algunas de las palabras originales que interesan par esta meditación:

“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead [ἐπιποθέω], como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis [αὐξάνω] para salvación, si es que habéis gustado [γεύομαι] la benignidad del Señor, acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa.” 1 Pedro 2:1-4

Algunas importantes enseñanzas contenidas en este corto pasaje se pueden extraer de las características presentes en algunos de los verbos griegos que hacen parte de esta oración. El verbo principal de esta oración podría ser “desead [ἐπιποθέω],” sin embargo debido a la situación general de la misma, parece ser mas acertado tomar a “gustado [γεύομαι]” como el verbo principal de esta oración.

Desead [ἐπιποθέω], es un imperativo, mientras “gustado [γεύομαι]” es un indicativo. De esto se puede entender dos cosas, el texto exige que se desee, sentimiento que puede ser pasajero, pero el texto pide que se guste de forma permanente y estable.

Otro verbo importante en esta oración es “crezca [αὐξάνω].” Este mismo verbo es usado en la frase: “Es necesario que él crezca [αὐξάνω], pero que yo mengüe” de Juan 3:30. Por lo tanto, este verbo aquí no implica principalmente un crecimiento físico, sino el crecimiento en liderazgo y jerarquía espiritual , este es el crecimiento que importa para Dios y para la sociedad.

El cuarto verbo, presente en esta oración, es “probó [γεύομαι],” este verbo es usado en textos como Juan 2:9, dónde dice “Cuando el maestresala probó [γεύομαι] el agua hecha vino”. Es decir, el probar del que habla el texto en el que se está meditando, tienen que ver con algo que es perceptible por los sentidos, no sólo por el intelecto o los sentimientos.

Probar o “gustar la benignidad del Señor,” no es un mero conocimiento de que él es bueno, sino mas bien una experiencia de vida en la que se disfruta de su benignidad.

Finalmente se debe notar que existe una oración condicional significativa en este texto, donde la frase “si es que habéis gustado [γεύομαι] la benignidad del Señor,” es la prótasis, es decir la condición sin la cual lo demás no tiene sentido, mientras que la frase “desead [ἐπιποθέω], como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis [αὐξάνω] para salvación,” funciona como apódosis. Dicho de otra manera, lo que mas importa es haber “gustado de la benignidad del Señor,” esta experiencia es la que da origen a todo lo demás. En este sentido, se debe notar que esta oración condicional es de primera clase, es decir, el texto afirma que si la condición o prótasis esta presente, el resultado o apódosis es inevitable.

El texto dice en resumen una cosa que se puede desglosar en cuatro preguntas:

  1. ¿Qué es lo que debo experimentar?
    1. “si es que habéis gustado [γεύομαι] la benignidad del Señor”
  2. ¿Cómo hago para experimentarlo?
    1. “acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa”
  3. ¿Cuál es la consecuencia de esa experiencia?
    1. “desead [ἐπιποθέω], como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis [αὐξάνω] para salvación”
  4. ¿Cómo se evidencia esa experiencia?
    1. “desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones”

Similares:

La Biblia y los niños

La Biblia y los niños

Ha sido ampliamente aceptado que “los niños a menudo son olvidados en la historia. Ellos no escriben, rara vez están representados en el arte, y no parecen ser valiosos en las historias en las que los adultos tienen roles importantes”. Esta realidad social, resultante...

Un gemido silencioso: la Biblia y el medio ambiente

Un gemido silencioso: la Biblia y el medio ambiente

Romanos 8:22-23 presentan una realidad casi inexplicable y hasta aparentemente incoherente, sin embargo tal como se verá aquí, esta es una realidad lógica y totalmente natural. La Biblia inicia revelando un medio ambiente perfecto (cf. Gen 1:31) y aún cuando termina...

Los elegidos de Dios

Los elegidos de Dios

Una traducción personal del texto bajo estudio es, en ella se nota la principal condición de estos peregrinos, los elegidos de Dios. Esta traducción dice así: “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los dispersos, en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitina, peregrinos...