Introducción:
Juan 20:21 nos dice que el Señor Jesús vino porque fue enviado a cumplir una misión, misión que la cumplió a cabalidad, razón por la cual retornó al cielo de donde vino.
- Saber:
- Que el mayor trabajo de la divinidad en relación a los seres humanos es la salvación del pecador (Juan 4:34).
- Que la encarnación del Señor Jesús tuvo como propósito la salvación del ser humano (1 Tim 1:15; Heb 9:28).
- El anuncio que hace el Antiguo Testamento sobre el Señor Jesús también tiene que ver con su quehacer salvador (Isa 53:11).
- El anuncio hecho luego de su nacimiento confirma el propósito de su venida (Luc 3:6; Juan 1:29).
- Que el Señor Jesús es Señor y Dios de la iglesia pero también de todo el mundo y por lo tanto también el mundo entero puede alcanzar la salvación por él (Fil 2:10).
- Que aun cuando el Señor Jesús aparentemente centró su ministerio entre los Judíos (Mat 10:5-6) el tuvo como objetivo final alcanzar a todas las personas del mundo (Mar 14:9; Mat 28:19).
- Que los 40 días que el Señor Jesús pasó en la tierra luego de su resurrección, los pasó mayormente capacitando a sus discípulos para el cumplimiento de la misión mundial (Mar 16:15).
- Sentir:
- Que el Señor Jesús fue el mas grande ejemplo de misionero pues cumplió su misión (Juan 17:4).
- Que unirme al trabajo de salvar almas, es unirme al trabajo de Dios y aceptar su invitación (1 Ped 2:21).
- Que por muy pequeña que sea mi iglesia, ella puede evangelizar el mundo entero (Juan 20:21-22).
- Que Dios quiere salvarme y vivir conmigo para siempre y desde siempre (2 Tim 1:9).
- Que lo que yo y el mundo necesita es al Señor Jesús, aunque muchas veces la gente no es consiente de ello (Hag 2:7).
- Que mi misión aún cuando inicia en casa, con mis mas allegados, debe terminar sólo cuando el evangelio sea totalmente predicado al mundo (Mat 24:14).
- Hacer:
- Hacer de mi casa un centro de evangelismo, dónde se predica, se prepara y se envían predicadores a todo el mundo, esto es seguir el ejemplo del Señor (Mar 6:7).
- Imitando a los discípulos y en obediencia al mandato divino, debo buscar un lugar y hacer todo lo posible para llegar allí con el evangelio (Rom 1:11; 15:24).
- Ellen G. White dice: “Dios insta a sus obreros a que se anexen nuevos territorios por él. Hay ricos campos de labor que esperan la llegada de obreros fieles.” (Testimonios para la iglesia, vol. 6, p. 37).
- Siguiendo el ejemplo de los discípulos debo contribuir con mis diezmos y ofrendas para la predicación del evangelio en el mundo entero (2 Cor 8:19).
Conclusión:
Juan 20:21 nos dice que el Señor Jesús nos envía, como fue enviado por el Padre. Si deseamos ir a vivir con él debemos cumplir la misión para la cual fuimos enviados, así como él cumplió su misión aquí en la tierra.